(10/52) Los tiempos del señor son sabios

Hoy me fui de pinta. Me hice el tiempo que en días me falta. Me desperté con mucha energía pero sin ganas de hacer. Hice lo que pude a regañadientes. Usé al robot para una tarea que no iba a escribir. Me ganó la culpa del agua desperdiciada desperdiciándose con cada pregunta que le hago. Le di prioridad a desayunar y quise ver el episodio de White Lotus que salió el domingo pero que aún no había visto. Luego tuve menos ganas de hacer nada pero hice algunas cosas.

Cosas que hice: pagar las prácticas, entregar la tarea, ordenar los trastes secos y lavar los trastes sucios, lavar trapos, doblar la ropa. Chet, olvidé colgar los trapos limpios. Mandar mi bio y mi foto. Mandar la receta del domingo y un link y mi cuenta de banco. Responder un mail a destiempo. Responder ocho chats de whatsapp. Pagar la impresión de dos libros y el envío de unos. Limpiar el vómito de Aparicio, observarlo el resto de la mañana. Otras cosas que hice y hago diario pero no cuentan porque las olvido: bañarme, limpiar el arenero, hacer café, hervir huevos duros y pelarlos habiendo esperado a que se enfríen y se sequen. Al mío le echo sal y Tabasco y hoy el ticher me hizo un plato con frutas y yogurt y granola. Las frutas eran: mango, manzana y fresa.

También revisé las correcciones del freelance que había mandado hace meses pero no tuve cabeza para corregir. Empecé a sentir la cabeza más y más embotada. Pensé que quizá era por el calor y regué las plantas del balcón y le cambié el agua a los gatos. Pensé que en un par de horas tenía que irme a la escuela y cuando no atinaba a dar con el nombre de Bob Dylan y tuve que googlearlo, me di cuenta de que eso de ir a la escuela no iba a pasar.