(15/52) Farfales con salsa de carne y yogurt

Abril Castillo
3 min readMay 16, 2024

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Para el segundo examen parcial de Métodos de Cocción por Líquido, los de mi brigada decidimos elegir un plato que fuera un trauma, en el sentido de que no habíamos logrado hacerlo bien la primera vez y queríamos repetir.

Balam eligió el cheescake imposible, porque la semana pasada le robaron su queso crema de manera súper extraña. La rata me dijo: ¿quién querría un queso crema?, y sé que da risa, pero en ese contexto hay gente que no solo quiere sino necesita ese queso para que lo dejen hacer la práctica. Fue todo muy raro y no tenemos pruebas, pero Balam no tiene dudas de que sí lo llevaba y eso pasó.

Diego eligió unos potajes de brócoli y zanahoria, que van servidos con camarón gigante al centro, picadito, delicioso. La vez pasada, logramos probarlo y, sobre todo el de zanahoria, estaba exquisito. Esta vez los dos le quedaron muy bien, espesos, parejos. La vez pasada alguien le prendió la estufa y se quemó el de zanahoria mientras presentábamos el plato servido al chef, entonces no nos pudimos llevar a casa, fue muy triste.

Azul eligió unos camarones a la diabla con arroz. Quizá ella es la menos traumada de todos, en realidad se le antojó hacer esos camarones, pero lo que sí era un poco un trauma o un miedo, era hacer arroz. Al principio del semestre nunca había hecho y le huía a tener que prepararlo. Pero desde la primera vez le quedó muy bien, y esta vez no fue la excepción, solo que se nota que ahora aparte ya lo domina. Un arrocito con elotes acompañó a sus camarones picositos.

Yo decidí hacer los farfales, primero porque la vez pasada no hice los farfales, que es una pasta en forma de moñito, solo hice la salsa de carne y yogurt. La carne con pimiento, perejil, ajo, cebolla y yerbabuena quedó muy rico, pero la salsa de yogurt con ajo quedó un poco picosa; creo que fue porque no le quité el centro al ajo, y quería redimirme. Pero también quería hacer la pasta de cero, como decía, la otra vez no la hice yo sino Balam. Fue un poco complicado hacer todo esto para el examen, no calculé que sí era mucho, pero salimos todos a tiempo por suerte. Me gusta mucho hacer pasta, usar las harinas en general.

Eso me recuerda la pizza del domingo pasado, que al final, no diría que salió como tal “bien” la pizza, pero sí salió bien todo. La pizza se nos quemó un poco, pero no quedó mal de sabor. Pasamos toda la tarde en la nueva casa de Tomás, que está muy bonita. Mis papás en una parte discutieron un poco sobre un gato callejero, y al final mi papá me dijo que a veces invitaba a la novia de mi medio hermano, a comer a lugares muy ricos y caros. Que le gustaba consentirla. Me imagino o es quizá obvio que mi medio hermano va también a esas comidas.

Hoy en la mañana vi un twit sobre cómo alguien de cuarenta no debe quejarse de sus traumas.

Pensé que si no vas a terapia, te sigues bañando en los mismos ríos y ni los reconoces. Buscando a quien no es en lugares que eran con otros. No sé si eso necesariamente sea algo malo.

Los farfales en general quedaron muy bien. Es muy rico ese platillo y al tener muchos ingredientes, una pequeña falla de uno, compensa lo otro. Pero la salsa de yogurt volvió a quedarme picosa. El chef no me creía que esta vez obsesivamente le había quitado de verdad la raíz al ajo. Le dije que quizá era que el ajo estaba demasiado joven, hasta verde, y que un ajo más maduro picaría menos.

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