(16/52) La peor de todas

Me desperté antes de las 6 de la mañana, ya había mucha luz. Parvana no estaba a mi lado, pero no me di cuenta luego luego, porque me urgía hacer pipí. De regreso vi que no estaba y aunque quería volverme a dormir, como me puse a buscarla por toda la casa, se me espantó el sueño. La encontré abajo de la cama, tal vez porque ahí está más fresco. Hoy es domingo.

Santiago llega a mediodía de regreso de Oaxaca. Lleva dos semanas intermitentes fuera de la ciudad.

Ser buena o mala hija es reducir todo a la nada. Lo mismo mala madre o buena. Me duele lo mal que veo a mi mamá y no sé qué hacer. Sé que no puedo hacer nada porque cada quien decide cómo vive su vida. Duele igual.

Me propuse hacer tres de las 4 tareas finales que hay que entregar en el cierre de semestre. Algunas porque me gustan, otras no era la idea pero nadie me responde y el semestre pasado, cuando eso ocurrió, decidí no hacer nada y reprobé una materia porque el trabajo final no estaba tan bien. Eso y el banco-de-neblina-en-el-aeropuerto gate. Risas grabadas.

Mi objetivo este semestre es no reprobar ninguna materia, pero lo más seguro es que repruebe Estadística. Estoy hasta cierto punto en paz si me voy a extraordinario o incluso si tengo que recursarla. La recursaría en un par de años, cuando termine todo lo demás, y está bien. Todas las personas tenemos un límite de lo que podemos hacer en un día, y yo ya me pasé tres pueblos, como dijeran en España.

Quiero dormir pero no puedo descansar. Siento esa ansiedad mezclada con ganas de llorar pero la certeza de que no puedes parar, de que solo falta un kilómetro y luego podré vencerme apenas cruzando la meta. Excepto que la meta es en diciembre, cuando al fin tenga algo de vacaciones. Porque pasando la semana de exámenes empiezo las prácticas y me está matando mi deseo tan fuerte de empezar esta nueva vida sumado a la realidad de tener que seguir viviendo la anterior para hacer el puente entre ambas.

Cuando la realidad no alcanza, y estoy hablando de las recetas que no tengo, solo queda inventar. Todo es posible con un poco de imaginación.

Estoy exhausta pero tengo que terminar esto. De país además para hacer el menú nos tocó Suiza. Hazme el chingado favor. Así que hicimos recetas ambiguamente francesas, italianas y alemanas.