(20/52) ¿Qué te cuesta más trabajo: quedarte dormida o despertar?

Abril Castillo
2 min readJun 10, 2021

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–You never tell me things, I’m an open book –le dice Tangerine a Joel, sus caras encimadas mientras ella sostiene en la mano izquierda una taza con su propia cara impresa, acostados de lado, Joel con los ojos cerrados pero despierto ya.

–Saying things is not necessarily communicating –le responde Joel, aún sin abrir los ojos. Y ante esa respuesta ella se enoja y empiezan a pelear.

Joel la persigue por la calle, la última vez que la ve. La escena la repite y la repite y en ninguna logra hacer que Tangerine regrese. Coches caen a su alrededor. Joel los ve y tiene miedo de que los aplasten. Ella no. Porque en esa escena, Clementine solo es un recuerdo de él.

Pasa otro día y ella toca el piano y él baila acostado en el piso como si corriera. Los dos se carcajean.

¿Dónde se guardan esos recuerdos? ¿Los días aburridos y los felices? ¿Que es amar a alguien sino estar un día nada memorable en paz con quien no te importa compartir silencios y regaños, risas tontas y horas de series de televisión?

He visto muchas veces Eternal sunshine. Hasta hace poco por primera vez entendí bien qué quiere decir spotless mind. Una mente limpia de todo. Inocente. Recién reseteada. Spotless floor. Spotless dissertation. Spotless evening. Todo está bien. Un punto sin mancha. Un punto como mancha y spot como punto de unión. La mancha que se limpia. La marca donde nos quedamos de ver. Less: su ausencia.

Y luego me pregunto si esa sola palabra desencadenaría toda la trama de Gondry. Si esa habrá sido su pregunta madre: ¿se puede limpiar la mente? ¿Cómo sería literalmente una spotless mind? Y de ahí crear Laguna. Y pensar las razones por las que alguien querría borrarse algún recuerdo. Y ahí seguro resaltaría la pena, que en mexicano es lo mismo vergüenza que dolor. Un desamor.

El procedimiento debe ocurrir de noche. Porque es en la noche cuando nos vamos a otro lugar. En el dormir es natural el extrañamiento de la mañana al despertar, luego de haber habitado otros lugares y configuraciones del mismo mundo. Despertar y no saber bien por un rato qué es real, qué siento, dónde estoy. Normalizar así que la vida pasada, incluidas esas emociones de amor y odio tan fuertes, solo fueron producto de la mente que es memoria pero también emoción, símbolo y deseo. El amor pasado aunque haya existido, fue un producto de la propia imaginación.

Quizá por eso me cuesta tanto quedarme dormida. Pero en días en que sueño mucho, me cuesta igual trabajo despertar.

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How happy is the blameless vestal’s lot!

The world forgetting, by the world forgot.

Eternal sunshine of the spotless mind!

Each pray’r accepted, and each wish resign’d

–Alexander Pope

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Abril Castillo

miope e hipermétrope al mismo tiempo pero en ojos distintos