(22/52) All bran
Sentada en el sillón mandando mensajes de whatsapp maníacos antes de la práctica de cocina me digo: Ya, ahorita les dices en persona, desayuna.
Ayer no desayuné. Fui con el osteópata que hace siglos no iba porque me sentía toda apretada de la espalda. Me alivió mucho, como siempre, y me alegro de haberlo esperado. Pero me doy cuenta de que debí haber desayunado antes.
Mi cita era a las 10:30am y en mi mente iba a ir a la tienda de materias primas, al súper, a La fiera a entregar libros, todo antes de ir allá. No estaba en mi lista desayunar. Pensé que sería rápido: entrar a las 10:30 y a las 11 ir a desayunar con mi mamá a su casa mientras veíamos los últimos detalles de tantrum.
Alcancé a ir a las materias primas pero me di cuenta de que si iba al súper, aunque aún era temprano, quizá llegaba muy justo con el doctor. Me fui directo para Taxqueña y cuando iba cerca del McDonalds de división pensé en ir rápido por algo, ya tenía hambre. Pero luego me imagine toda la vuelta para volver a tomar Tlalpan y me seguí, no quería llegar tarde. Hace tanto que no iba que me seguí y me seguí y me pasé la salida hacia Taxqueña y en un momento mi mente se quedó en blanco y ya no recordaba cómo llegar. Me salí hacia División y di una vueltota con mucho tráfico y llegué aún así unos diez minutos antes. En la esquina había unos tacos de canasta y pensé en comer rápido antes, pero no quería llegar tarde ni oliendo a tacos. Me metí al consultorio.
Todavía usaban cubrebocas y yo no traía. El chico de la entrada me regaló uno con miedo de que el doctor me regañara. Salió a decir que iba un poco retrasando y cuando a las 10:45 recibió a los de las 10:30, me dijo que me pasaría hasta la siguiente. No supe si ir rápido por los tacos o que hacer. Ya sentía el enojo y el estrés que da tener hambre y no saber cuándo vas a comer. Y solo era mi propia culpa. Mi responsabilidad no haber desayunado. Tonta porque después de tantos años y conocimiento de causa, como me pasa eso.
El cogote se cierra con el estrés y hoy me siento igual. Con mucha hambre pero incapaz de soltar los pendientes. ¿Cómo veré esta época dentro de diez años?
Voy a servirme un cereal con plátano. Nada es el fin del mundo, me repito, pero no dejo de correr y apretar los dientes como si sí fuera. ¿Qué mundo se me estará acabando?