(26/52) Spoiler Alert: Platonic
De madrugada ocurren las ideas más extrañas y los sentimientos más profundos. Me dormí a las diez y me desperté a las 3am. Me volví a dormir y me desperté a las 8 y media con Parvana entre mi brazo derecho, al rato llegó Aparicio y se quedó fijo en el buró a la distancia justa para alcanzar a acariciarle la cabeza. En una hora no me moví de ahí para que no se rompiera esa armonía. Hoy quería descansar porque es 20 de noviembre y es feriado. No tuve que dar clases ni tomar clases, solo fui al súper por café. Me lo preparé y ya se enfrió y por hacer una sopa de espárragos con espinaca no me lo he tomado y seguro ya no sabe bien.
Cambié un flyer de color porque una persona no podrá estar, y pensé que era como la de La bella durmiente, me dieron ganas de verla.
Esta semana deseé momentáneamente que me corrieran de un trabajo porque ya no quiero dedicarle tiempo a hacerlo, pero no me corrieron, solo me preguntaron cómo iba todo. Un algo neutral. Si quiero salirme de algo tendrá que ser por mi propio pie, y me cuesta tanto decir que no. Esta misma semana me corrieron de algo en lo que quizá me habría gustado seguir y estoy evadiendo el tema de la serie que quiero spoilerear porque no quiero hablar de mí. Así que solo hablaré de la serie.
En Platonic, Sylvia (Rose Byrne) y Will (Seth Rogen) son dos mejores amigos que se reencuentran luego de haberse peleado en el pasado. Will se está divorciando y Sylvia se entera por facebook y decide “encontrárselo por casualidad” en un café que ella sabe que él frecuenta, y retomar su relación de amistad. Nunca fueron más que amigos. Ella está casada y él se está divorciando, pero ella no piensa divorciarse. La serie no trata de eso, aunque algo en el título lo parezca o que una serie de comedia como esta forzosamente habría desembocado en una relación de pareja, si fueran los noventas. Pero esta serie es sobre la amistad.
Cuando iban en la universidad, Sylvia y Will eran los mejores amigos. Luego Will conoció a Audrey y se casó con ella. A Sylvia nunca le cayó bien Audrey y se lo dijo a Will, y su amistad terminó; o se quedó en pausa. Sylvia también está en crisis, aunque no se esté divorciando, y su propia crisis tiene que ver con que luego de tres hijos, no trabaja y quiere hacer algo con su vida, o quizá no tanto, pero se siente culpable. Al menos quiere arreglar su casa, o irse a vivir a una más grande. Quizá sí quiere trabajar, entonces lo intenta. Su esposo le trata de seguir el paso y ve con miedo y confusión cómo su esposa parece tener una regresión a la adolescencia en compañía de Will que, por cierto, es dueño de un restaurante y pequeña fábrica de cervezas artesanales.
Hoy soñé que iba a Francia y aunque pensaba que no entendía nada, un par de personas me empezaban a hablar en francés y las entendía, y yo empezaba a hablar en francés. Y me desperté y pensé: pero sí sé francés, lo estudié por más de cinco años. ¿Debería ir a Francia como siempre quise, a aprender cocina? ¿Cuál será mi propia crisis actual? Toda crisis se relaciona con la muerte quizá y en el fondo. Sentir que te pisa los talones y caminar hacia algún lugar. Moverse para no morir, porque la quietud a veces se siente como muerte; aunque luego está lo contrario, no dejar de moverte para no sentir nunca nada.
Tengo dos maletas en mi sala que no son mías y tengo que entregar. Una deuda de asesoría pendiente y muchas ganas de usar la batidora que me compré ayer en el Buen fin. También me corté el cabello y, como cuando tenía cuatro años, la peluquera me puso la trenza entre las manos, como si fuera un animal muerto.
Si seguimos vivos, tal vez en el futuro, los que somos amigos nos volvamos a encontrar, en uno de esos momentos de cambio donde nos abrimos de nuevo a lo que venga. Como cuando éramos niños.