(28/52) ¿A dónde se fue el verano?

Este año no tuve vacaciones. Veía las fotos de todos en la playa y me sentía en otra dimensión. Como cuando estás del otro lado del mundo y cuando te despiertas ves a tus seres más cercanos salir en la noche en sus Instagram stories. Ésa no es la realidad, piensas. Tampoco la mía. Hasta que no me reincorpore a mi mundo, la realidad no existe.

Ya pasó la mitad del año y empezó la época en que las semanas duran de lunes a domingo. De ocho de la mañana a dos de la madrugada. Que todos los pagos están en trámite y ninguno cae. Agosto como hoyo negro.

Me llega durante tres días seguidos el mismo meme de Julio. No te burles de alguien que como tú tiene nombre de mes, me recomienda el Pávido. Ojalá cuando esté viejita alguien me haga un meme así.

El verano como estación en realidad acaba de empezar, pero las vacaciones ya se acabaron. Sólo que los niños vuelvan a clases iré por fin a Six Flags. Hace quince años que no me subo al Kilauea. El Kilauea al principio y al final de la visita al parque. Ver la ciudad de día. Despedirte de la ciudad de noche, con la ropa mojada por el Río Salvaje. Por el puente del Río Salvaje. Y el viento frío después en una caída libre. Y no enfermarte nunca porque tienes catorce años. (¿Dije que hace quince años? Ya tengo 34. Hace veinte, pues). Un día entre semana sin que nadie se entere que ese día no trabajaré. Ésas serán mis vacaciones.

El verano apenas empieza.