(38/52) Un volcán al fondo

Abril Castillo
2 min readOct 2, 2022

Había un señor que compraba una cajetilla y se fumaba los cigarros en cadena a partir de las diez de la noche mientras veía tele. Luego se dormía. La cajetilla la compraba temprano y durante el día entero la cargaba en su bolsa delantera de la camisa, la acariciaba por fuera. A las diez en punto podía empezar.

Otro domingo más de vida, aunque el espejo esté sucio y el que dibujó ese volcán en el fondo ya no me hable. Corrección: ya no nos hablemos.

Claro que de vuelta a terapia mi psicoanalista me va a tirar de loca porque no hago más que escupir puro sinsentido y no llego a nada. Sé más puntual me dice y esa frase se me queda como punto en una herida que no había pensado. O visto. O no me había dado cuenta que hacía allá conducía todo.

Si la culpa no es de nadie entonces qué.

No me quiero morir enojada como mi abuelo, amargado de viejo.

No me quiero morir joven ni sin querer ni a propósito. (Si me muero ahora, ¿todavía soy joven?). Esa epidemia de suicidios cuando se publicó Werther. Ver a alguien bostezar y tirarte también por el barranco.

Hoy se murió Javier Raya.

Mis problemas son míos, me dijo Emma Laura. Sí, siempre lo supe, no se por qué este año lo olvidé. Quizá porque desde hace meses todo me cuesta más trabajo. Que alguien me cargue. Que alguien se encargue de mí. Gracias de antemano.

Lili me enseñó el lunes a cuidar mis plantas. Mañana voy por tierra nueva.

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Abril Castillo

miope e hipermétrope al mismo tiempo pero en ojos distintos