(39/52) Un ojo abierto

Un ojo abierto y el otro cerrado. Veo con el izquierdo que tengo miopía cuando recién me despierto. Paso un rato como pirata tuerta de aquí para allá hasta que se me quita el sueño y me levanto a bañar o me pongo los lentes para seguir pendejeando en el celular.

El cielo se ve azul por esta ventana. No gris ni amarillo ni rosa ni negro. Parece que será un buen día.

Mi horóscopo dice que no me aísle pero tengo mucho que leer. Tal vez al contrario el aislamiento es estar como isla en una multitud, ir y venir por una ciudad como alguien anónimo, comprar cosas que no necesito. Ganas de perder el tiempo.

Tengo una mezcla de miedo y tristeza que no entiendo. Anoche la casa se quedó sola y me dio miedo la oscuridad. Afuera de mi cuarto hay un altar de muertos que aún no quitan los dueños de la casa. Salí a la cocina y vi todas esas caras mirándome. Corrí a mi cuarto y más tarde cuando fui al baño vi la luz prendida; creí haberla apagado.

Mi horóscopo dice que no debo de tener autocompasion hoy. Más bien no tenerme lastima. “Pitty party”, la llama y viene bajo la columna de don’ts.

Ayer compré lápices de colores y un cuaderno grande para algo dibujar. Fui a una mini expo de ilustración y me dieron ganas de dibujar la casa y sus objetos.

Llevo unos días leyendo en la cocina y aunque a ratos me disperso, he entrado en las ficciones como hace tiempo no me pasaba.

Es como si necesitara que alguien me deje de tarea algo y ahí lo hago. Yo sola me cuesta tanto. También cuando me lo dejan.

Ahora empiezo a angustiarme de todo lo qué hay que entregar. Llevo una semana aquí, o más bien hoy hace una semana salí de Mexico. Mañana a las dos de la tarde cumplo realmente una semana aquí.

Voy a comer yogurt con fruta y un café. Antes de eso, a bañarme.

Ya abrí los dos ojos. Ya me voy a levantar.