(44/52) Tita Tere
Hoy se murió mi tita, hace un año. En la mañana, esa mañana, le pregunté a mi mamá como seguía mi tita porque la noche anterior me dijo que casi no quería ya comer, por eso le hablé. Me dijo que ya estaba en las últimas y que no quería que fuera nadie. Me dijo que ya estaba inconsciente y yo le dije que tenía derecho a ir, a despedirme. Cancele todas las reuniones y salí para allá, manejando o en Uber. No me acuerdo. Ya había covid y yo no salía nada.
Estábamos en casa de mi tita sus tres hijos, mi mamá, Hebe y yo. Por teléfono había yo gritado de cosas de que por qué hebe si podía estar ahí y yo no. Y mi mamá solo después me dijo que estaba en alta voz y que Beto me había oído. Me dio mucha pena pero mi tío no me trató mal ni nada.
Llegue con mi tita y vi que ya no estaba casi ahí. Respiraba duro pero ya estaba como dormida. Su cerebro casi apagado, me dijo mi mamá. Hebe estaba ahí a su lado y no decía nada. Yo la salude de lejos y le llame a mis primas para avisarles. Llore con Vale en el teléfono, luego con Marcia. Le puse el celular al oído a mi tita para que se despidieran de ella.
Veía todas las fotos en la mesa de la entrada. Llego Patricio y Graciela y mi mamá y yo salimos a la farmacia y por comida para todos.
Mi tita se murió en el Oxxo de división del norte y la calle que conecta hacia Pacifico. Estábamos pagando las cervezas, ya habíamos comprado pollo en la panadería de enfrente. Mi mamá se derrumbó ahí en la caja y dijo que ya no quería nada. Yo pague y la agarre del brazo para cruzar la calle, como quien guía a un ciego. Ella no podía dejar de llorar. Yo llore hasta que llegamos a la casa. Con la noticia sentí un poco de alivio, ya tenía muchos meses que mi tita quería descansar.
La vestimos entre Lilian, Laura, mi mamá y yo. Vinieron por ella.
La velaron en Gayosso de Félix cuevas, éramos muy pocos. Llegue tarde, como siempre, a media misa. Me senté junto a Beto y Hebe. Lo sentí esta vez más frío conmigo. Pase todo el tiempo con mi mamá. Fuimos a comer en una cafetería de enfrente todos. Asquerosa. Cómo arruinas unos molletes. Mi mamá volvió el estómago y corrió al baño. Tomas se quitó el suéter y se lo dio porque se había manchado la camisa.
Volvimos por los restos de mi tita y todos se fueron en dos caravanas. Yo camine hasta mi casa por una calle toda rota. Era el día siguiente de su muerte el día de su funeral, ella se murió un viernes. Era una tarde de sábado, como hoy.