(45/52) 5 minutos de distancia
Pedí de desayunar de Frutos prohibidos. La primera vez que probé sus chilaquiles fue porque me los invitaron. Me recomendaron pedir los mixtos: rojos con verdes. Con un huevo. Con una inesperada cama de frijoles. Fue en el segundo mes de mi primer trabajo de fijo desde hace diez años. Al principio no pensé que fuera a durar más de unas cuantas semanas. Es tan confuso el camino cuando no lo ves.
En un momento todo cobrará ritmo y sentido, me dijo mi jefe. Y tenía razón.
Todavía me equivoco a veces. Siempre tiene solución.
El ambiente es calmado y amable.
Es porque son españoles y ellos trabajan así: sin prisas, con vacaciones y sin gritarte, me dijo Idalia.
El equipo de México también es así.
Me tengo que levantar tan temprano que a veces solo desayuno un café y un pan. Hoy es sábado pero me desperté a la hora de siempre. Pedí un Uber eats con esa comida primigenia. También me hice un café.
El repartidor estaba a 5 minutos de distancia. En la era actual, el tiempo es espacio que se transita.
Cero minutos de distancia: tiempo y espacio se encuentran. Acaba de llegar.