(45/52) Vomito seguido pero rara vez me mareo
Desde niña siempre que íbamos en carretera leía libros y revistas. La carretera era una gran oportunidad para actividades de ocio. Cargaba más libros de los que iba a leer y aún así siempre conseguía asomarme a todos. Llevaba mi grabadora con pilas para escuchar CDs porque nuestro coche solo tenía para cassette. Cargaba co crucigramas y cruzadas que venían en revistas que mi abuela me regalaba.
Íbamos siempre los cuarto: mis papás, Tomás y yo. Íbamos de Mexico a Morelia. De Mexico a Cuernavaca. De Mexico a Veracruz. Íbamos y veníamos en carretera desde que tengo memoria y hasta que mis papás se divorciaron. Ahí ya no viajamos mucho. Llegamos a ir algunas veces a Veracruz con la familia de mi papá en carretera, en la camioneta de mi tito. Mi prima Itzel con quien crecí como hermanas, me decía que ella no podía leer en carretera porque se mareaba.
Alguien en la primaria me dijo alguna vez que además era peligroso porque al leer en movimiento se te puede desprender la córnea. Yo no quería que me pasara eso. Me preguntaba si esa era la razón por la que cada vez veía peor. Así que una vez que un compañero de la prepa que se llamaba Salvador y del que yo estaba muy enamorada, me aventó un avioncito de papel que me dio justo en el ojo, y tuve que ir al doctor porque me dolió mucho y además con ese ojo ya no podía ver, aproveche y le pregunte sobre lo del desprendimiento de córnea y leer en movimiento. La doctora era Mayus, la prima de mi mamá, y me curó, me dijo que se me había raspado la córnea pero que como todo lo que es piel iba a cicatrizar y volvería a ver. Y que respecto a lo del desprendimiento de córnea, que eso no podía pasar, que lo peor que te puede pasar por leer en movimiento es que te marees, pero si no te mareas pues bien por ti.
Bien por mí.
Y aunque en mis peores momentos de ansiedad lo que me da es muchas náuseas y a veces vomito, nunca me mareo. Y leer me calma.